Tras dos meses de huelga de las y los docentes, e intransigencia de la dirección y las sostenedoras del colegio Madre Paulina de la comuna de Chiguayante, región del Biobío, finalmente se llegó a un acuerdo entre las partes después de una mediación con la Inspección del Trabajo.
Las protestas del Sindicato comenzaron luego de que el director Cristian Hormazábal no acató el piso mínimo de las negociaciones colectivas (aumento en los bonos de alimentación y transporte), pero sobre todo debido a la violenta política de despidos masivos de educadores del establecimiento escolar.
La dirigenta del Sindicato de Profesoras y Profesores del colegio Madre Paulina, Patricia Rioseco, señaló que, «en el periodo de huelga no vamos a tener descuentos, así que nos van a devolver el dinero en tres cuotas. La primera se paga el 14 de noviembre, la segunda el 5 de diciembre y la última, el 30 de diciembre. Por el tema de los despidos, nos firmaron un acuerdo de buena voluntad». Una de las medidas represivas de la dirección del colegio fue descontar los salarios durante el periodo de la huelga a las y los profesores, aunque ellos recuperarán las clases.
El Sindicato relevó la movilización porque ayudó a unir a la comunidad. Asimismo, agradecieron al centro de padres, madres y apoderados; a los y las estudiantes y ex-estudiantes, quienes solidarizaron con sus docentes en los distintos momentos de la huelga.
Las y los educadores, de todos modos, se mantienen atentos a causa de que la negociación colectiva quedó congelada y continuará su discusión el próximo año, lo cual, según sus resultados, podría significar una nueva huelga.