El Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, CENDA, publicó sus Índices Mensuales de Actividad Económica, IMACEI, que reveló que las contribuciones en el sistema previsional son un censo de las nóminas de pago que, conocidas por su nombre en inglés “payroll” y usualmente expresadas como proporción de la población total mayor de 16 años, son seguidas internacionalmente como la medida más precisa de los empleos disponibles en la economía, complementadas con las encuestas respectivas.
Las cotizaciones del mes de septiembre de 2024, muestran que las ocupaciones asalariadas de agosto de 2024 con contribuciones previsionales al día, que constituyen más del 87 por ciento del total, disminuyeron en 72 mil, un -1,2 por ciento, comparadas con el mismo mes de 2023. Ello sucede ya por 20 meses consecutivos.
De este modo, el promedio móvil de 12 meses de ocupaciones con contribuciones previsionales al día, ha caído sin cesar desde enero de 2023, perdiendo cada mes varios miles de empleos respecto del mes anterior. En septiembre de 2024 perdió nuevamente más de seis mil empleos en esta medida, un -0,1 por ciento respecto del mes precedente, acumulando cerca de 87 mil perdidos, un -1,6 por ciento desde un año atrás y cerca de 156 mil desde enero de 2023, mes en que se iniciaron las caídas. El ritmo mensual de pérdida de empleos empeoró respecto del mes precedente.
El promedio móvil de 12 meses de las contribuciones previsionales totales que, además de las que están al día, incluye pagos atrasados, “rezagos” mal registrados, y honorarios anualizados, se contrajo en septiembre de 2024 respecto del mes precedente, y nuevamente bajó como proporción de la población mayor de 16 años. Dicha proporción alcanzó en marzo de 2023 su máximo histórico, cuando el 46,3 por ciento de la población mayor de 16 años percibió un salario. Dicha proporción se ha reducido a 45,49 por ciento en septiembre de 2024. En las tres décadas en que se mantiene este registro, todas las recesiones han sido marcadas por el crecimiento nulo o negativo de este último indicador. Ello confirma que la economía chilena se encuentra en recesión al menos desde abril de 2023.
La recesión económica aún en curso en agosto de 2024 es así la más prolongada de las últimas décadas, puesto que hasta el momento dura cinco meses más que la iniciada en agosto de 1998 y supera ampliamente las iniciadas en agosto de 2002, marzo de 2009 y marzo de 2020. La diferencia es que mientras las anteriores se originaron en las crisis “asiática”, “punto com”, “subprime” y “COVID”, esta se origina exclusivamente en las políticas exageradamente contractivas de la autoridad monetaria y fiscal, que se propuso frenar la economía literalmente “a palos”, como declaró un expresidente del Banco Central.