La Federación de trabajadores Peonetas de Coca Cola y ramos conexos, desde hace 15 años vienen denunciando la falta de contratos indefinidos, falta de elementos de protección personal, camiones en malas condiciones; sin baños ni duchas disponibles; las extensas jornadas de trabajo que superan las 60 horas y que en las Fiestas exceden las 70 horas semanales.
A causa de las persistentes reivindicaciones, la Federación ha sufrido despidos masivos, persecución y hostigamiento a sus dirigentes.
Esta vez, por medio de una declaración pública, los trabajadores peonetas de Coca Cola acusaron que, «en marzo del presente año, la Federación notificó a la empresa del cargo de Delegado a un trabajador, a quien la compañía decidió despedirlo. Después de 45 días y por mandato del Tribunal se debió reincorporar a sus tareas. Desde que volvió a principios de mayo, fue discriminado en sus labores, se le realizaron ofrecimientos millonarios para que renunciara a su cargo de dirigente y fue amenazado», y agregaron que «El día 29 de agosto éste mismo compañero sufrió una cobarde agresión. A las 22:00 horas en punto, 8 cobardes disparos impactaron en su automóvil estacionado en su casa, interrumpiendo el sueño de sus hijos, la tranquilidad de nuestro compañero y su familia los cuales se encuentran hasta ahora, muy afectados. Pensamos que este ataque pretende anular y acallar nuestra incansable lucha sindical, la cual seguiremos desarrollando con más fuerzas y sin transar. Seguiremos exigiendo que se respeten las condiciones dignas de trabajo en todo el territorio nacional».
Debido a la gravísima situación, los trabajadores llamaron «a la Fiscalía y su equipo para que se investigue a fondo y se dé con los responsables materiales e intelectuales de este cobarde ataque. Asimismo, solicitamos la solidaridad de clase en este difícil momento para nuestra organización» y terminaron, señalando que «Debemos estar alerta y unidos frente a esto que puede ser un nuevo mecanismo para detener los avances de la clase trabajadora».