José Kast, candidato a La Moneda del Partido Republicano y ex diputado de la UDI, expresa los intereses a la derecha dura y el pinochetismo. Entre sus propuestas sobre DDHH, está retirar a Chile del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, clausurar el Instituto Nacional de Derechos Humanos y abrir una zanja en el norte del país para frenar la migración.
Respecto de lo primero, señaló que, «Claramente las Naciones Unidas están integradas por países que no creen en la democracia, que violan permanentemente los derechos humanos».
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas es un organismo compuesto por 47 Estados Miembros de ONU que son elegidos por la Asamblea General. En el período de la Administración Trump, Estados Unidos abandonó el Consejo, decisión que el Presidente Joe Biden anunció tempranamente que será revertida. Ni siquiera Bolsonaro se ha atrevido a intentar abandonar el organismo.
Entre los actuales miembros se encuentra Austria, Brasil, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido. Actualmente Chile no integra el organismo, pues su mandato expiró en diciembre de 2020, pero por cierto continúa formando parte de Naciones Unidas.
Sobre el Instituto Nacional de los Derechos Humanos, Kast manifestó que tiene que haber una reformulación y cerrar el actual porque no estaría cumpliendo con sus fines.
En relación a las violaciones a los derechos humanos ocurridas después del 18 de octubre de 2019, en el marco del estallido social, Kast indicó que se asignaban más recursos para controlar a Carabineros y no a los «violentistas», y agregó que, «Yo no comparto muchas de las afirmaciones (de los informes internacionales sobre violaciones a los derechos humanos)».
Respecto de las violaciones a los derechos humanos en Chile, ellas han sido acreditadas por Amnistía Internacional, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y, también, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA), y por Human Rights Watch, entidad de los Estados Unidos.
Asimismo, el Instituto Nacional de los Derechos Humanos es una corporación autónoma de derecho público creada por la Ley N° 20.405, y cuya dirección superior es un Consejo integrado por personas designadas por la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados, los decanatos de las Facultades de Derecho de las universidades del Consejo de Rectores y universidades autónomas, e instituciones vinculadas a la defensa y promoción de los derechos humanos que gocen de personalidad jurídica vigente.
Por otro lado, como forma de frenar el ingreso irregular de personas al país, Kast planteó cavar zanjas en la frontera terrestre del país.
«Si usted hace una zanja de tres metros de profundidad, con cercos para que nadie caiga adentro, es factible y bastante económico», y añadió que su plan se aplicaría solo a la zona altiplánica y que, «(su costo) es cercano a los US$ 10 millones dependiendo de la cantidad de kilómetros que uno quiera hacer (…) es similar a los costos de los viajes de repatriación».
En materia de economía, es evidente que José Kast está disputando con el derechista Sebastián Sichel la representación de los intereses de los grandes grupos económicos que operan tanto dentro como fuera del país. Es decir, no se puede esperar en ningún caso algún tipo de medida que contribuya al salario, a las clases trabajadoras y populares, y que contradiga en los más mínimo la apropiación privada de la ganancia empresarial creada por la explotación del trabajo humano y la naturaleza.
Igualmente, en los ámbitos políticos y culturales, José Kast proviene de una larga tradición nazi-fascista, supremacista, racista, homofóbica, contra los derechos de las mujeres y la educación crítica, militarista, y enemiga de la democracia y las clases sociales más castigadas.
Si con Piñera el país ha sufrido horrores, con una eventual llegada de Kast a La Moneda, la población se enfrentaría de golpe con el infierno.