María José Barros, Diego Rojas y David Silva hacen parte del equipo humano que forma la cooperativa Kincha, cuya composición llega hasta las 15 personas.
La organización social nació oficial y jurídicamente el 7 de mayo de 2018, «pero venimos de colectivos que preceden la cooperativa, y que estaban ligados a la realización de diseños participativos con pobladoras y al estudio de la autogestión y el cooperativismo», explicó María José.
Kincha acompaña procesos organizacionales en diferentes ámbitos, por ejemplo, en el campo del trabajo, y apoyando a cooperativas también en la dimensión de la vivienda. «Lo hacemos desde lo social y lo técnico», afirmó Diego y agregó que, «acompañamos la línea del diseño y planificación de obras destacadas a la vivienda; estudiamos el equipamiento comunitario para luego poder materializarlo. Y en ese momento además colaboramos con la construcción misma, tanto con las familias como con los conjuntos habitacionales».
Los jóvenes señalaron que sus motivaciones fundantes son la «creación de una alternativa, donde el pueblo sea parte de sus propios procesos en el plano de la vivienda, desde una perspectiva participativa y crítica, y de la educación popular».
El equipo de Kincha relató que «venimos de las luchas de los estudiantes secundarios del 2006 y 2011, lo cual nos hizo acopiar una serie de experiencias. Por eso, en la actualidad, nuestra tarea gira en torno al concepto de ‘retomar’. Eso significa Kincha’. Retomar un sistema constructivo ancestral que está ligada a un procedimiento de un tramado de madera conectado con barro».
David Silva narró que, «en la universidad tuve la oportunidad de conocer la población Nueva La Habana y conocer a la gente que sufrió la dictadura en ese lugar. Y ocurre que, a través del paso del tiempo, contactamos y trabajamos con comunidades que se encuentran en lucha. Y ahora pasa que nuestra primera experiencia de DS como entidad patrocinante (que corresponde a un subsidio estatal para vivienda social) es con una organización colectiva que también se llama comité Nueva Habana».
Silva planteó que «nos vinculamos con cooperativas de vivienda cerrada».
– ¿Qué significa que sea «cerrada»?
«El régimen capitalista que financia el negocio inmobiliario, conceptualizando su modelo como cooperativa de vivienda «abierta». En cambio, los procesos de autoconstrucción de vivienda se denominan «cerradas», porque no tienen la menor intención de ligarse a la industria inmobiliaria.»
«Nosotros intentamos trabajar con comités de vivienda cerradas», dijo David y agregó que, «lamentablemente, las iniciativas de autogestión popular se encuentran estancadas. Sin embargo, tuvimos la fortuna de encontrarnos durante la pandemia con la Toma 17 de Mayo de Cerro Navia, un espacio nuevo, que se organiza mediante asambleas y de manera horizontal, y de personas que quieren ir mucho más allá que la sola construcción de viviendas. Al tiempo se constituyeron en una cooperativa de vivienda cerrada».
Sobre la misma Toma 17 de Mayo, compuesta de 31 familias y alrededor de 120 personas, David informó que han avanzado en las tramitaciones, se encontró terreno y el 2024 Kincha elevará la postulación al Serviu. Asimismo, David expresó que han conseguido recursos desde el extranjero mediante la organización Enjambre, que es una entidad latinoamericana que apoya cooperativas de vivienda que se desarrollan bajo el modelo de la propiedad colectiva.
Hace pocas semanas, miembros de Kincha participaron en la organización del Seminario realizado por la Cooperativa Red Genera (https://www.trasol.cl/2023/12/14/prometedor-seminario-sobre-potencial-de-modelos-de-energia-cooperativos-y-comunitarios-en-chile-se-realizo-en-duoc-uc/). David explicó esa relación debido al interés que tiene Kincha en la problemática medioambiental, así como con el inter-cooperativismo.
Sobre lo que denomina «lo social», David precisó que ellos se han educado en el principio de subordinar los aspectos técnicos a las necesidades y derechos sociales.
María José acentuó que, «desde que nos federamos en Trasol comprendimos que en la diversidad está la fortaleza. Por eso es que trabajamos juntos con la Cooperativa Red Genera».
– ¿Qué dificultades han debido enfrentar, además de las económicas?
«Lo humano. Ser capaces de llegar a acuerdos, en medio de una tensión entre quienes quieren que las cosas marchen más rápido y quienes prefieren pisar sobre seguro. Pero creemos que la organización es un espacio nutritivo y sanador.»