El 22 de septiembre pasado, en el fundo Huite de la región de los Ríos, comunidades mapuche ingresaron a una recuperación territorial en unidad con las y los trabajadores del sindicato Chilterra que decidieron ocupar las instalaciones de la empresa Chileterra.
La acción mapuche/obrera se ofreció en el contexto de la insolvencia del empresario Ricardo Ríos, y una eventual quiebra que se precipitó sobre la empresa, que dejaría más de 200 familias en la calle, sin contar el desperdicio de miles de litros de leche necesarios para la población, que por trasnacionales como Soprole, a través de Prolesur, se compra a un precio bajísimo el litro, 350 pesos, para después llegar a los supermercados por sobre los 1000 pesos.
El sindicato de Chilterra tomó en sus manos la lucha por la restitución territorial de las comunidades mapuche, y al mismo tiempo las comunidades se aliaron a los trabajadores en su lucha por mantener los puesto de trabajo y pelear por abastecer de productos lácteos a la población a precio justo. Todo acontece en medio de una crisis inflacionaria, donde las mayorías sociales sufren la carestía de la vida y el precio de los bienes básicos se incrementa a diario.
El fundo en poder de los trabajadores y mapuche cuenta con 12 mil vacas, más de 7 mil hectáreas, capaz de abastecer a 500 mil personas. De acuerdo a las comunidades indígenas y los obreros, el objetivo es generar un abastecimiento de alimentos saludables, a precios justos, que sólo puede ser garantizada por quienes también comparten las mismas necesidades del pueblo.
Las y los protagonistas de la inédita experiencia llamaron a otras comunidades y trabajadores, a los sindicatos, organizaciones sociales, de DDHH, culturales y artísticas, para rodearla de solidaridad.