La decisión de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) de despedir a la tesorera y al primer director de la Asociación de Funcionarios de dicha repartición fue calificada como una “persecución” por parte de la organización gremial Ajunji Magallanes. La medida fue comunicada el jueves pasado a los trabajadores afectados.
Los representantes sindicales de la Junji se reunieron este viernes con el delegado presidencial regional, José Ruiz Pivcevic, para exigir explicaciones y solicitar garantías de debido proceso.
De acuerdo al presidente provincial de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Juan Igor Monge, quien acompañó a los dirigentes perseguidos a la reunión con la máxima autoridad del gobierno en la región, «todavía quedan etapas por quemar. El delegado se comprometió a asegurar que se cumpla la legalidad”, sostuvo, y añadió que en los próximos cinco días los dirigentes deberán presentar sus descargos.
La CUT indicó que los despidos constituyen una “práctica antisindical”, ya que se ejecutó sin el procedimiento judicial de desafuero previo.
“Es un duro golpe para el movimiento sindical, no sólo para mí como dirigente, sino para todos quienes trabajan por la defensa de los derechos laborales en la institución”, señaló Vilma Urrea, una de las dirigentes despedidas, quien llevaba aproximadamente 24 años laborando para la entidad y cerca de 10 años desempeñándose como dirigente sindical.
Vilma Urrea explicó que “Me despidieron por haber cumplido con mi función de dirigente gremial, especialmente por impedir que una persona fuera despedida injustamente”. Además, denunció que la acusación que originó su sumario provino de alguien con presuntos antecedentes de denuncias no investigadas.
A pesar de ello, Vilma Urrea expresó que su espíritu no se ha quebrado: “Aquí estoy de pie, firme en la defensa de mis compañeros. No me van a dejar callada, porque la voz de los trabajadores debe ser escuchada siempre”.