Las y los trabajadores de la empresa LitoralPress-Simbiu se encuentran en huelga desde el miércoles 30 de julio, debido, fundamentalmente, a los despidos masivos provocados por la automatización de procesos laborales. Como si fuera poco, ahora la empresa fue sorprendida reemplazando en huelga con personas y sistemas, como ya ocurrió en 2017.
La Dirección Regional del Trabajo Metropolitana Oriente constató que Litoralpress Media de Información S.A. reemplazó a trabajadores que se encontraban en huelga legal, una acción que constituye una práctica desleal según el Código del Trabajo.
En el marco de la investigación, el organismo estatal realizó una visita inspectiva el 5 de agosto de 2025. Durante esta diligencia, se le solicitó acceso a sistemas, a lo que la firma se negó en un inicio. La investigación concluyó que las funciones de los trabajadores en huelga estaban siendo asumidas por personas y sistemas automatizados. Entre los reemplazos humanos la empresa señala, en documento del organismo fiscalizador, que son contratados por Simbiu España.
Finalmente, el 7 de agosto de 2025, la empresa Litoralpress fue notificada de los hallazgos de la fiscalización y firmó el acta de constatación, en tanto que la publicación del informe de fiscalización por parte de la Dirección del Trabajo se realizó el 12 de agosto pasado. Todo lo anterior consta en un informe de Exposición con número de fiscalización 2450, fuente oficial de esta información.
El sindicato condenó el reemplazo en huelga y lo califica de una práctica antisindical gravísima. Y añadió que la empresa se ha victimizado constantemente culpando al sindicato por entablar acciones administrativas para defenderse de actos que la misma firma lleva adelante, como prueba el resultado de esta fiscalización. Defender los derechos individuales y colectivos por parte de los sindicatos es un deber que no puede relativizarse, más aún en el curso de una negociación colectiva reglada.
La agencia Litoralpress ya había reemplazado en la huelga en 2017 con programas automatizados, siendo considerada la primera constatación de esta situación en América y un precedente respecto del respeto de los derechos laborales ante la tecnología.