Por Cristian Pando O
En los últimos días, nuestra Federación dio una muestra concreta de solidaridad frente a un trágico suceso que afectó a una compañera y su familia. Este gesto nos invita a reflexionar sobre la diferencia entre solidaridad de clase y caridad , dos formas de apoyo que, aunque pueden parecer similares, tienen fundamentos ideológicos, objetivos y consecuencias profundamente distintas.
¿Qué es la solidaridad de clase?
La solidaridad de clase es la base del movimiento obrero y popular. Surge del reconocimiento común de los trabajadores sobre su situación económica y social compartida, y se traduce en una acción colectiva orientada a transformar las estructuras que perpetúan la desigualdad y la explotación.
Características principales:
- Lucha colectiva: Se basa en el apoyo mutuo entre trabajadores con intereses comunes.
- Enfoque político e histórico: No solo busca mejorar condiciones individuales, sino transformar el sistema.
- Horizontalidad: La relación es entre iguales que comparten situación económica y social.
- Empoderamiento colectivo: Promueve la organización sindical, política y social.
- Acción organizada: Se expresa en huelgas, sindicatos, cooperativas y movimientos populares.
Ejemplo histórico:
Un caso emblemático es la Comuna de París (1871) , donde trabajadores y ciudadanos comunes establecieron un gobierno autogestionado tras una insurrección popular. Las fábricas abandonadas por sus dueños fueron tomadas y gestionadas colectivamente, un acto revolucionario de solidaridad de clase.
¿Y qué es la caridad?
Por otro lado, la caridad es un acto individual o institucional de ayuda hacia personas en situación de necesidad. Suele expresarse mediante donaciones económicas, alimentos, ropa u otros bienes materiales.
Características principales:
- Relación vertical: Quien tiene más recursos «ayuda» a quien tiene menos.
- Asistencialismo puntual: Resuelve efectos, no causas.
- Paternalismo: Refuerza la idea de que la pobreza es un problema moral, no político ni sistémico.
- Fragmentación: Suele ser puntual y descoordinada.
- Componente moral o religioso: Motivada por valores personales o filantrópicos.
- Sin cuestionamiento al sistema: No implica cambio estructural ni organización colectiva.
Ejemplo histórico:
Las donaciones filantrópicas de magnates como Rockefeller en el siglo XIX financiaron hospitales y escuelas, pero no modificaron la explotación laboral que enriqueció a esas mismas élites.
La importancia de elegir bando
La disyuntiva entre solidaridad de clase y caridad no es menor. En un mundo donde el 1% más rico posee más riqueza que el 95% restante , y donde en Chile ese mismo 1% concentra cerca del 50% de la riqueza privada neta , resulta urgente preguntarnos: ¿queremos aliviar síntomas o combatir las raíces del problema?
Como escribió Bertrand Russell:
«La caridad es un pobre remedio para las injusticias que producen la pobreza.»
Mientras la caridad mitiga el dolor, la solidaridad de clase busca erradicar la enfermedad. En tiempos de crisis climática, precarización laboral y avance del neoliberalismo, esta distinción adquiere una relevancia histórica.
Solidaridad de clase: herramienta de transformación
Optar por la solidaridad de clase no significa rechazar toda ayuda inmediata, sino priorizar la organización, la conciencia de clase y la lucha colectiva como único camino hacia la justicia social. No se trata solo de dar pan hoy, sino de garantizar que mañana nadie pase hambre.
Como dijo Eduardo Galeano :
«La historia oficial es una mentira generalizada, pero con detalles verdaderos. La historia prohibida es una verdad generalizada.»
La solidaridad de clase escribe esa historia prohibida: la de los oprimidos que se unen para transformar su realidad. En un mundo que clama por justicia, debemos decidir: ¿mitigar el dolor o cambiar el sistema que lo causa?
Frente a cada acto de solidaridad, recordemos que no se trata solo de un gesto aislado, sino de un compromiso con la lucha colectiva. Por eso, desde nuestra Federación y nuestro Sindicato, llamamos a seguir fortaleciendo la unidad entre trabajadores, a defender nuestros derechos y a construir una alternativa de justicia social basada en la solidaridad de clase, no en la caridad.
