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Unesco declaró a Circo Chileno Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: Un homenaje a 200 años de trabajo y pasión

Más de 200 años tienen los circos en Chile, caracterizados por espectáculos donde participa y trabaja toda la familia, cuyos integrantes comienzan a entrenar desde pequeños. Se trata de una forma de vida en sí misma. Esto fue lo que destacó este 10 de diciembre la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) al inscribir el circo chileno de tradición familiar en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

«El circo de tradición familiar es un modo de vida que combina tradiciones y técnicas transmitidas de generación en generación. Reúne a familias que viajan en caravana, compartiendo su arte y cultura allá donde van», afirmó la organización multilateral.

«Aunque cada circo tiene su propia identidad, sus propios ritos y ceremonias, los miembros comparten un sentimiento de pertenencia a una gran familia de artistas circenses, unidos por tradiciones y celebraciones comunes», agregó el anuncio, donde los integrantes de estas comunidades «asumen diferentes roles a lo largo de su vida: acróbatas, payasos, magos y maestros de pista, y a menudo desempeñan varios de estos papeles».

La educación para esta vida comienza en «la infancia, mediante tradiciones orales, juegos y experiencias prácticas», describió la Unesco, porque «el circo familiar, fiel a la tradición, valora la unidad, la resiliencia y la solidaridad, apoyando a menudo a las comunidades locales mediante funciones benéficas o en tiempos de crisis».

Las carpas constituyen «un espacio acogedor para personas de todos los orígenes, ofreciendo oportunidades de expresión y creatividad», donde se «promueve el respeto por la diversidad, al tiempo que hace accesibles las artes a distintas comunidades, desde las grandes ciudades hasta las regiones más remotas», indicó la oficina de la ONU.

El payaso «El Tachuela Grande», llamado Joaquín Gastón Maluenda, viajó con la delegación chilena a la India para recibir el diploma, que dedicó a «quienes están en el cielo», porque «es un homenaje a todos los que se fueron a lo largo de décadas y décadas de trabajo y pasión, a todos los heroicos y heroicas circenses».

La lista de la Unesco vela por el fortalecimiento de la actividad sindical de los artistas, su formación en las disciplinas que caracterizan la actividad patrimonial, el archivo histórico, difusión y sensibilización de la comunidad.

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