En 1962 gobernaba Jorge Alessandri Rodríguez, hijo de Arturo Alessandri Palma que, igual que el padre, llevaba adelante una política antipopular. Su administración se caracterizó por las continuas alzas de los precios de los productos de primera necesidad, y miserables reajustes de salarios. A lo que se sumaba la represión.
La CUT intensificaba sus acciones, exigiendo mejores condiciones de vida para obreros y empleados.
La CUT llamó para el lunes 19 de noviembre de 1962 un paro nacional por 24 horas. Se realizó exitosamente. Pararon las actividades cardinales del país. En los barrios, trabajadores y dueñas de casa se organizaron y movilizaron más de 200 mil trabajadores.
En la población José María Caro se supo que un grupo de empleados ferroviarios rompió la huelga y pretendía hacer correr trenes en dirección a Puerto Montt.
Frente a esta situación, los vecinos, como la única vía férrea hacia al sur pasaba por su zona, se tomaron un tramo de la línea. Levantaron barricadas y con sus propios cuerpos, formaron un muro. No circuló ningún tren. Los más de tres mil pobladores cumplieron su tarea.
Carabineros intentaron disolver a la gente con sus armas de servicio, y asesinaron a Nemesio Barraza, de 28 años de edad. Sin embargo, fueron impotentes para dispersar a los pobladores.
Luego llegaron soldados del Grupo 10 de la Fuerza Aérea y del Regimiento de Infantería de San Bernardo.
Andaban armados hasta los dientes y al mando de un general de Ejército de apellido Delgado. Medio millar de personas, incluyendo niños, caminaron hacia ellos con una bandera chilena. Sin aviso, un oficial ordenó hacer fuego. La gente huyó desordenadamente, intentando sortear la muerte. Cayeron varios que solidarizaban con la huelga, así como otros que no participaron de la acción.
Ese lunes 19 de noviembre de 1962, el senador Salvador Allende se presentó en la Población José María Caro. “Vengo a enterarme de esta tragedia. Vengo a imponerme del dolor de esta gente. Pediremos una amplia investigación y el castigo para los responsables de esta masacre”, dijo.
Pero los autores materiales e intelectuales quedaron en la más absoluta impunidad.
En la noche del lunes 19 de noviembre de 1962, el ministro del Interior de Alessandri, Sótero del Río, leyó un comunicado por cadena nacional de emisoras: «Extremistas quedaron víctimas ante el fracaso de la huelga. En estos graves incidentes creados por turbas organizadas, se realizaron criminales sabotajes que trataron de impedir la libre circulación de ferrocarriles, atacando a las fuerzas armadas».
El ministro del Interior habló de la muerte de seis “provocadores”.
¿Quiénes eran estos “provocadores”?
Elisa Ramírez, una joven obrera textil de 16 años de dad, que cayó asesinada en el interior de su hogar por la bala de un militar.
Juan Barrera, de 37 años de edad.
Ricardo Cubillos, muerto cuando cumplía los 16 años de edad por un soldado del Regimiento de Infantería de San Bernardo.
Nemesio Barraza, asesinado por un carabinero a la edad de 28 años.
Hipólito Brevis y Jorge Miranda.
Quedaron 40 heridos y un centenar de detenidos.
* Basado en el relato del historiador Iván Ljubetic Vargas
