El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de Ripley San Fernando, interpusieron una demanda laboral contra la empresa, cuya propiedad es de la familia Calderón Volochinsky, por prácticas antisindicales, señalaron en un comunicado público.
La organización de empleados precisó que «Las últimas semanas hemos constatado con absoluta preocupación una serie de despidos dirigidos exclusivamente a trabajadoras y trabajadores que forman parte de nuestro sindicato, configurando un ataque directo a la libertad sindical y a nuestro derecho legítimo a organizarnos», y añadió que «no vamos a permitir estas prácticas abusivas y antisindicales que buscan debilitar nuestra organización, infundir miedo, y socavar la unidad (…) El sindicato no tolerará represalias ni la persecución contra nuestros socios y dirigentes».
El sindicato llamó a «nuestras compañeras y compañeros a mantenerse unidos, fuertes y vigilantes. La práctica antisindical es un delito grave y no descansaremos hasta que se haga justicia y se sancione como corresponde (…) No nos callarán, no nos intimidarán, no nos doblegarán».
