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La Plusvalía y su aplicación en la acción sindical

por Ricardo Camus

¿Conoces el valor de tu trabajo? ¿Sabes si tu salario es proporcional a las riquezas que genera?

Hoy te propongo abordar este concepto y también profundizar en algunos ejemplos de cómo las organizaciones sindicales han logrado conquistas históricas en este ámbito.

Karl Marx desarrolló el concepto de plusvalía en su obra El Capital para describir cómo el valor generado por el trabajo excede la remuneración recibida por los trabajadores, beneficiando exclusivamente a los propietarios del capital. En esencia, la plusvalía es la fuente de la ganancia capitalista y el mecanismo a través del cual la explotación laboral se materializa dentro del sistema económico.

Plusvalía y la Lógica de la Explotación

La teoría de Marx sostiene que los trabajadores producen más valor del que reciben en forma de salario. La diferencia entre el valor generado por el trabajador y su compensación es apropiada por el empleador como ganancia. Este fenómeno se basa en la desigualdad estructural entre el trabajo y el capital, donde los propietarios de los medios de producción ejercen control sobre el trabajo sin redistribuir equitativamente el fruto de la producción.

Sindicalismo Como Herramienta Contra la Explotación

El sindicalismo históricamente ha servido como un instrumento de lucha contra la apropiación excesiva de plusvalía. Al organizarse colectivamente, los trabajadores pueden demandar mejores condiciones salariales, jornadas laborales más equitativas y una mayor participación en la distribución de la riqueza producida. Algunos mecanismos sindicales clave para contrarrestar la explotación derivada de la plusvalía incluyen:

  1. Negociación salarial: La lucha por salarios más altos disminuye la brecha de plusvalía, asegurando que los trabajadores reciban una proporción mayor del valor que generan.
  2. Reducción de la jornada laboral: Limitar la cantidad de tiempo trabajado sin disminuir el salario reduce la cantidad de plusvalía extraída por los empleadores.
  3. Control obrero y participación en la producción: Modelos de cogestión y cooperativas permiten a los trabajadores participar en la administración de la producción, cuestionando el dominio absoluto del capital.

Automatización y Nuevas Formas de Explotación

En el contexto actual, donde la automatización reemplaza progresivamente el trabajo humano, el concepto de plusvalía adquiere nuevas dimensiones. La precarización laboral y la reducción de empleos estables generan un nuevo escenario en el que la explotación se transforma, a menudo bajo la forma de empleo informal o dependencia de plataformas digitales. Los sindicatos tienen el reto de adaptar sus estrategias a estas transformaciones para seguir garantizando la protección de los derechos laborales y una distribución más justa del valor generado por el trabajo.

Este análisis muestra cómo la plusvalía de Marx sigue siendo una herramienta clave para comprender la explotación laboral y cómo la acción sindical puede contrarrestar sus efectos, promoviendo una economía más equitativa basada en la justicia social y la organización colectiva.

 A lo largo de la historia, varios sindicatos u organizaciones sindicales han luchado contra la explotación laboral y la apropiación de plusvalía por parte del capital. Aquí algunos ejemplos destacados:

1. Federación Obrera de Chile (FOCH)

Fundada a principios del siglo XX, la FOCH fue una de las primeras organizaciones sindicales en Chile con una orientación anticapitalista. Inicialmente ligada al Partido Demócrata, evolucionó hacia una postura revolucionaria bajo la influencia del Partido Obrero Socialista, liderado por Luis Emilio Recabarren. La FOCH organizó huelgas y movilizaciones para mejorar las condiciones laborales y reducir la explotación de los trabajadores.

2. Confederación General del Trabajo (CGT) – Argentina

La CGT ha sido un actor clave en la lucha sindical argentina desde su fundación en 1930. A lo largo de su historia, ha promovido la reducción de la jornada laboral, el aumento de salarios y la protección de los derechos de los trabajadores, enfrentándose a gobiernos y empresarios que buscaban maximizar la plusvalía a costa de la clase trabajadora.

3. Sindicato de Trabajadores Mineros de Bolivia

Durante el siglo XX, los mineros bolivianos fueron protagonistas de intensas luchas sindicales contra la explotación laboral. En la década de 1950, los sindicatos mineros jugaron un papel crucial en la Revolución Nacional de 1952, logrando la nacionalización de las minas y la implementación de reformas laborales que buscaban una distribución más equitativa de la riqueza generada por el trabajo.

4. Movimiento Sindical en la Dictadura Chilena (1973-1990)

Durante la dictadura de Pinochet, los sindicatos chilenos desempeñaron un papel fundamental en la resistencia contra el modelo neoliberal impuesto por el régimen. Organizaciones como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y otros movimientos sindicales lucharon por la recuperación de derechos laborales y la democratización del país.

5. Federación de Trabajadores de CCU

A lo largos de sus años, los trabajadores de CCU han sido actores relevantes en demandas históricas y sus conquistas que hoy se ven reflejadas en parte de algunos conceptos, y que hoy son remuneraciones tales como los aguinaldos. Los trabajadores cerveceros fueron claves en las huelgas de 1919, que derivó en la creación posterior del “Código del Trabajo”.

Los movimientos sociales reivindicatorios en contra de la explotación y la disminución de la brechas  de la plusvalía han llevado a que los trabajadores tengan hoy condiciones de trabajo formales y de cierta manera reguladas. Sin embargo, creemos firmemente que hoy estas reinvidicaciones están mas vigentes que nunca, ante la arremetidas de las plataformas electrónicas que están llevando a una precarización laboral sin precedentes.

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