por Ricardo Camus
La educación ha sido históricamente un campo de disputa entre fuerzas que buscan mantener el statu quo y aquellas que luchan por la emancipación social. En este contexto, Paulo Freire y Luis Emilio Recabarren son dos figuras emblemáticas que concibieron la enseñanza como un medio para la transformación social y la liberación de los trabajadores.
Paulo Freire: La educación como práctica de la libertad
El educador brasileño Paulo Freire planteó en su obra fundamental, Pedagogía del Oprimido, la necesidad de una enseñanza que permitiera a las personas tomar conciencia de su realidad y, a través del diálogo, transformar su mundo. Para Freire, la educación tradicional, basada en la repetición mecánica de conocimientos, servía para perpetuar la opresión. En contraste, proponía una educación problematizadora, donde el aprendizaje emergiera de la experiencia concreta y la reflexión crítica.
Su método se centraba en el concepto de la concientización, un proceso en el que los trabajadores y los sectores populares comprendían su situación de opresión y adquirían herramientas para actuar contra ella. La enseñanza no debía ser unilateral, sino un diálogo entre educador y estudiante, donde ambos aprendían y participaban activamente en la construcción del conocimiento.
Luis Emilio Recabarren: Educación y organización obrera
Por su parte, el chileno Luis Emilio Recabarren, dirigente obrero y político, entendió la educación como un factor clave para la organización y la reivindicación de los trabajadores. En sus escritos y discursos, promovió la alfabetización y el acceso al conocimiento como formas de empoderamiento obrero.
Recabarren veía en la educación un medio para que los trabajadores no solo comprendieran el sistema que los explotaba, sino también pudieran organizarse para cambiarlo. Fundó periódicos, realizó charlas y promovió la creación de sociedades educativas para que los obreros adquirieran herramientas intelectuales y políticas. Su visión de la educación estaba íntimamente ligada a la construcción de una clase trabajadora consciente de sus derechos y capaz de actuar colectivamente.
Conclusión: Pensamiento crítico y transformación social
Freire y Recabarren coinciden en la necesidad de una educación que despierte la conciencia crítica y motive la transformación social. Más allá de impartir conocimientos técnicos, proponen un modelo educativo que empodere a los trabajadores, los haga protagonistas de su historia y les permita luchar contra la injusticia y la desigualdad.
Sus ideas siguen vigentes hoy en día, y en un mundo donde la educación sigue siendo un espacio de disputa, recuperar sus enseñanzas es más necesario que nunca. La verdadera educación no solo informa, sino que forma ciudadanos críticos capaces de cambiar su realidad.