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Chile. Declaración Pública de Federación Nacional de Trabajadores de CCU sobre Reforma de Pensiones

El Directorio Nacional Ejecutivo de la Federación Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la CCU, ante los trámites finales del Proyecto de Ley de Reforma de Pensiones, señala:
 
1. El sistema de cotización individual y ahorro forzoso controlado por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), impuesto a sangre y fuego hace casi 40 años por la dictadura civil y militar, y en particular, por el equipo neoliberal liderado por José Piñera, es un fracaso indiscutible. En rigor, las AFP no son un sistema de pensiones, sino que un fondo proveniente de un porcentaje de los ya castigados ingresos y salarios de las y los trabajadores, que hoy alcanza los 190 mil millones de dólares, y cuyo propósito es beneficiar financiera y especulativamente a compañías de seguro internacionales y grandes grupos económicos que operan en el país.
 
2. Originalmente, el Proyecto del Gobierno chileno planteó un conjunto de medidas tendientes a convertir al modelo previsional imperante en un genuino sistema de seguridad social, tal como el pueblo trabajador lo ha reclamado incluso en masivas movilizaciones a lo largo de Chile. Sin embargo, el estado de situación de las relaciones de fuerza en el Congreso, con mayoría de la derecha en todas sus versiones, impidió concretar el objetivo de un sistema de seguridad para la nación. La derecha, representante histórica de los intereses de las grandes corporaciones capitalistas, ha contrariado todo intento de modificación estructural del modelo imperante.
 
3. De acuerdo a robustos estudios de la Fundación SOL, del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA) y de la Universidad de Chile, luego que los contenidos de la Reforma de Pensiones fueron rechazados por los sectores de derecha y antisociales del Congreso, recientemente han explicado que la cotización adicional a cuenta del empleador ya no sería de un 6 % sino de un 7 %, y este 7 % estaría distribuido de la siguiente manera: a diferencia del proyecto original, donde el porcentaje nuevo iría a un fondo común, ahora de este 7 %, 4,5 % se volcaría a las cuentas individuales administradas por las AFP. Además, un 1,5 % marcharía a un seguro social que sería administrado por un fondo autónomo previsional cuyo objetivo sería mejorar las pensiones de las mujeres que han cotizado, al menos, 13 años, y de los hombres que han cotizado, al menos 20 años, con un beneficio de 0,1 UF por año cotizado ($ 3.800 pesos por año cotizado). En un principio, la 0,1 UF le correspondería a cualquier persona, independientemente de los años de cotización. Asimismo, un 1,5 % del 7 %, no entraría directamente a la cuenta individual, sino que sería un préstamo que se le haría al Estado, y ese dinero el Estado lo ingresaría al fondo autónomo mencionado antes. Y cuando las personas se jubilen, el Estado se lo devolvería a la gente a través de un bono de seguridad previsional, parecido a la lógica del bono de reconocimiento en funcionamiento actualmente. De igual modo, para llegar al 7 %, existe un punto más a cargo del empleador con el propósito de compensar de alguna manera las diferencias pensionales entre mujeres y hombres en cuanto a expectativas de vida, con un mínimo de $10 mil pesos.
 
3. Hasta ahora se habla de un 8,5 % de seguro social. En la actualidad, las personas cotizan un 10 % más un 1 % que se paga a las AFP por comisión. No obstante, hoy, lo único que cancela el empleador es el seguro de invalidez y sobrevivencia que está en 1,5 %, por tanto ese monto se sumaría al 7 %, dando un resultado de 8,5 %. En otras palabras, los fanáticos del neoliberalismo y «amigos de la democracia» sólo cuando les conviene, han conseguido que se mantenga la dañina práctica de que las AFP sean subvencionadas por el Estado.
 
4. Hoy, en términos de pago de jubilaciones mensuales, es la Pensión Garantizada Universal (PGU) y mucho menos las AFP, las que pagan las pensiones en Chile que, en promedio, corresponden a apenas a un tercio del ingreso de los últimos 10 años del trabajador y trabajadora. En el presente, la mayoría de las pensiones son menores al sueldo mínimo (incluyendo la PGU). Por ello, estimamos que las reformas a las pensiones propuestas por el Ejecutivo desde un principio deberían aplicarse ahora, y nunca más insistir en seguir alimentando el fracasado mercado de las cuentas individuales. Más aún, teniendo en cuenta que el sistema de AFP es carísimo, las comisiones son enormes y la rentabilidad, por ejemplo, del Fondo C, apenas alcanza un punto, o sea, es menor que un depósito a plazo.
 
5. Llamamos al mundo del trabajo organizado y a la población en general, a expresar su desacuerdo ante el extremismo antisocial de la derecha política y el gran empresariado que pretenden continuar con un sistema previsional basado en el saqueo del bolsillo de la clase trabajadora; así como convocamos a la lucha resuelta por la negociación colectiva ramal y sindical tripartita, de modo de mejorar las relaciones entre capital y trabajo.
 
Directorio Nacional Ejecutivo 
 
Federación Nacional de Trabajadores de CCU

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