Durante el ampliado de dirigentes sindicales de la Federación Nacional de Trabajadores de la CCU, uno de los ámbitos que más ha cruzado el encuentro desarrollado entre el 18 y el 21 de noviembre de 2024 en la localidad de Casablanca, tiene que ver con el impacto de la sustitución de procesos laborales realizados hasta ahora por seres humanos, con algoritmos informáticos, robótica e inteligencia artificial.
La aplicación de nuevas fuerzas productivas o tecnologías en el conjunto de todas las industrias a escala mundial está modificando radicalmente las condiciones del trabajo bajo el régimen del lucro imperante. CCU no es una excepción. Para profundicar sobre una dimensión crucial en las formas del trabajo, reproducimos una entrevista efectuada en diciembre de 2022 al presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de la CCU, Rodrigo Oyarzún.
La Fundación Instituto de Estudios Laborales, FIEL, ligada a la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, a través de la radio Recabarren realizó una entrevista al Presidente de la Federación de Trabajadores de la CCU, Rodrigo Oyarzún, sobre las mesas de diálogo social entre empleados y empleadores del país.
El dirigente se refirió a las reuniones y mesas de conversaciones que están desarrollando con la empresa CCU en materia de reconversión laboral, en el plano de los cambios tecnológicos y la aplicación de la inteligencia artificial en los procesos productivos, sin que ello signifique perjudicar a los trabajadores.
“El principal sentimiento que tienen los trabajadores frente a estos cambios es el miedo a perder el empleo”, afirmó Oyarzún, “Por ejemplo, en el ámbito de ventas, tras la pandemia de Covid-19, los vendedores se encuentran en la incertidumbre de si continuará o no el trabajo remoto, en qué grado, etc. Sobre todo cuando vemos el impacto que tiene la instalación de nuevas tecnologías en el retail, con puestos de trabajo que luego de la pandemia dejaron de existir, como el cargo de cajeros”.
El dirigente sindical señaló que, “La incertidumbre no es buena para los trabajadores ni para la compañía porque genera tensiones y preocupaciones, que pueden afectar la vida laboral y que, en consecuencia, es importante ir despejando. Para ello nosotros necesitamos información permanente y llana respecto de los cambios que van a ir produciéndose”, y agregó que, “en la misma línea, estamos analizando en las mesas de conversaciones con la firma de qué manera podrá enfrentarse la prescindencia de ciertos puestos laborales ante la irrupción de procedimientos robotizados. En este sentido, existe claridad en que un trabajador altamente cualificado técnicamente a lo largo de su empleo, adquiere un fuerte valor que la empresa no puede perder ni desdeñar, debido a que estamos hablando de la eventual destrucción de valor para todo el país. A causa de la importancia que adquiere esta dimensión, consideramos que debe ser abordada por el Estado, el gran empresariado, y las y los trabajadores”.
Asimismo, Rodrigo Oyarzún recordó que en una planta productiva de la CCU ya se aplicó la inteligencia artificial en una línea de llenado (de líquidos), donde hoy, en vez de trabajadores o máquinas, operan directamente robots.
-¿Y has visto si los organismos de capacitación del Estado para los trabajadores que han sufrido desplazamientos por la robotización de sus funciones, están a la altura de lo que ocurre?
“Nosotros hacemos una crítica frente al papel que ha jugado el Estado sobre el tema. El Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y ChileValora, sirven, en efecto, pero sólo hasta un cierto nivel. Cuando hay requerimientos de cualificaciones superiores, esas herramientas existentes quedan obsoletas. Son muy básicas en relación a las transformaciones tecnológicas que están en curso. El Sence debe actualizarse. Lo mismo pasa con el ‘comité bipartito’, que en la práctica sólo tiene una relevancia jurídica de cumplimiento legal, pero en la realidad carece de toda utilidad”.
También, el dirigente planteó vehementemente que la política de diálogos entre asalariados y empresariado, “no puede quedar en un dato anecdótico, sino que los diálogos tienen que incidir efectivamente en el mejoramiento de la vida laboral de los trabajadores. Por eso, el sindicalismo debe ser siempre un sujeto de cambio de toda la sociedad, no sólo de un gremio en particular”.
El Presidente de la Federación de Sindicatos de la CCU puntualizó que, “es preciso que todos los involucrados en este campo de cambios en las condiciones laborales, se informen y enfrentemos juntos un fenómeno que impacta en todo el mundo del trabajo y sobre el cual nuestro rol prioritario es defender los intereses de la clase trabajadora y crear los caminos necesarios para no cejar en nuestra lucha por un trabajo decente”.
Entrevista completa: