Uno de los motivos principales que tuvo el ampliado de dirigentes sindicales de la Federación Nacional de Trabajadores de la CCU, realizado entre el el 18 y el 22 de noviembre de 2024 en la localidad de Casablanca de la V región, fue celebrar el aniversario 65 de la organización.
Con la inauguración de la Casa de las y los Trabajadores, ubicada en Erasmo Escala 2339, Santiago centro, el lunes 18 de noviembre arrancó el encuentro de los dirigentes, y el martes, junto al saludo inicial del Directorio Ejecutivo de la Federación, fue aprobada de manera unánime la cuenta de Presidencia y Tesorería. Posteriormente, cada uno de los representantes de los diversos sindicatos ofrecieron un pormenorizado informe respecto de cada una de las negociaciones colectivas con la empresa, y de sus problemáticas particulares, con el propósito de debatir y buscar soluciones colaborativas y solidarias.
El mismo día, el sindicato anfitrión regaló a los representantes laborales una pieza que valora la importancia sustantiva y actualidad de la figura de Luis Emilio Recabarren, uno de los fundadores cardinales del movimiento obrero en Chile. La presentación dramática estuvo a cargo de la excelente y extensa tradición artística de Teatro El Riel.
El 20 de noviembre, el conjunto sindical escuchó una charla para el mejoramiento de las pensiones con asesores especializados en el ámbito. Tras la exposición, se efectuó una reunión amplia con la gerencia de la compañía.
Durante la tarde se dio un fiero combate de Baby Fútbol entre dirigentes del sector industrial versus del comercial. Aunque el triunfo induscutible estuvo en pie de los industriales, los jugadores comerciales ofrecieron pesada resistencia. Ambos equipos mostraron un juego limpio, sin lesionados ni tarjetas amarillas ni rojas. «Me pesa mucho la panza», se le escuchó decir a más de un babyfutbolista, fenómeno que no mermó la capacidad de los artilleros de dejar sangre, sudor y lágrimas en la cancha y de jugar el partido completo.
Durante la tarde del jueves, los asistentes viajaron a la Planta Industrial de Quilicura, a través de una integral visita guiada por las diversas dependencias y procesos productivos de la planta.
Asimismo, en un emotivo momento del ampliado, se brindó una calurosa despedida al dirigente Samuel Davegno Chacana, quien formalizó su jubilación en la empresa y en los quehaceres propios de la representación de sus compañeros. Uno de sus mejores amigos, el dirigente del Directorio Ejecutivo de la Federación, Ricardo Camus, señaló sobre Samuel que «con mucha generosidad ha entregado por más de 30 años su dedicación a la lucha por las demandas de los trabajadores y trabajadoras del antiguo sindicato de Viña-Rancagua. Ha sido un compañero que ha compartido su sabiduría y experiencia para que las nuevas generaciones de sindicalistas realicen una labor dedicada, con pasión, como él la ha vivido», y añadió que «Extrañaremos su compañía y consejos. Pero después de este largo camino es justo que vaya a disfrutar la vida y el descanso que se merece».
Por su parte, y ante la presencia de los dirigentes de base, del presidente de la Central Unitaria de Trabajadora y Trabajadores, CUT, David Acuña, del máximo líder de la Constramet, Horacio Fuentes, y gerentes de la empresa, el presidente de la multisindical de la CCU, Rodrigo Oyarzún, refiriéndose a los 65 años de lucha de la organización y en el marco de la inauguración de la nueve sede federativa denominada la Casa de las y los Trabajadores, indicó que «Sería largo mencionar a cada uno de los dirigentes, por que somos todos los que estamos aquí, más un buen número de otros que por distintos motivos, dejaron la dirigencia en sus respectivos sindicatos. Creo que nombrando a Nelson Medina, Iván Pulgar y Héctor Castro, tres que ya no están en nuestras vidas y que sin duda estarían felices de este momento, cumpliendo lo que también fueron sus metas y anhelos de crecimiento de nuestra Federación».
Finalmente, Rodrigo Oyarzún precisó que «sería injusto sólo homenajear a nuestros compañeros y compañeras contemporáneas. Nuestra Federación está cumpliendo 65 años y hace parte de una rica historia ligada firmemente a las raíces de las luchas de los trabajadores de CCU organizados a comienzos del siglo XX en la Asamblea de Obreros de la Alimentación. Por ello, también decidimos transformar la nueva sede sindical en un lugar de homenaje permanente a cuatro trabajadores de CCU que fueron víctimas de la dictadura civil militar a partir de 1973, cuatro compañeros, trabajadores todos, que fueron segados por la violencia del Estado. En un acto de homenaje, recuerdo y de justa reparación, hemos decidido homenajear a Washington Muñoz Donoso y Gastón de Jesús Cortés Valdivia, ejecutado político el primero y detenido desaparecido el segundo, ambos de la planta Antofagasta de CCU, así como a Carlos Vargas Arancibia y Jaime Aldoney Vargas, de la planta Limache, los dos detenidos desaparecidos. Cuatro de nuestras salas llevan sus nombres, además de las placas con sus rostros».