Las transformaciones digitales están poniendo en tensión las formas de trabajar en el mundo, a la vez que están desafiando la capacidad de dar respuestas concretas por parte del mundo sindical.
Según una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, alrededor del 28% de las ocupaciones se verá afectado por la IA en Latinoamérica en un año, porcentaje que aumenta al 38% y 44% en el rango de cinco y 10 años. En concreto cerca de 84 millones de empleos se verán expuestos en 2025, 114 millones en cinco años y 132 millones en una década.
En Chile, se estima que en un año serán 2,6 millones de empleos. Los segmentos más perjudicados por este remplazo laboral son las mujeres, las personas con bajo nivel educativo, y las con menores ingresos. En tanto, las actividades más dañadas son las relacionadas con funciones vinculadas a las ventas y al mundo administrativo.
La IA impactará sobre todo en los procesos económicos donde el objetivo del capital es incrementar la productividad a como dé lugar, desde el retailer (supermercados y mall) hasta el conjunto del sector servicios (que acumula el mayor porcentaje de compra de fuerza de trabajo del país). Según el economista de City London, escritor y ensayista, Michael Roberts, Polonia, Corea del sur y Chile sufren ahora mismo una crisis de caída de la ganancia debido, justamente, al sobre uso de tecnología digital (IA), al punto de desplazar fuerza de trabajo. Sin embargo, como un movimiento contradictorio y crítico del propio del régimen capitalista, a más tecnología y menos trabajo humano vivo en la formación de capital, menos ganancia.