Entrevistado por radio Universidad de Chile, el investigador de la Fundación SOL, Gonzalo Durán, se refirió al análisis realizado a los resultados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2023 (ESI) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el sondeo más completo existente sobre salarios e ingresos de la fuerza de trabajo en Chile.
Al respecto, Durán precisó que el 2023 «la mitad de las y los trabajadores en el país obtuvieron sueldos menores de 580 mil pesos líquidos mensuales, lo que es un valor muy contenido para lo que es el costo de vida tanto en Santiago como en regiones», y añadió que, «los datos nos dicen que los salarios están muy influenciados por el sueldo mínimo, o sea, funciona como un referente para las empresas. Ello es muy preocupante, toda vez que el sueldo mínimo no alcanza para satisfacer las necesidades vitales de las familias trabajadoras».
El investigador de Fundación SOL indicó que «en los últimos 5 años, los salarios aumentaron un 1,9 % (15 mil pesos adicionales), pero en igual periodo el PIB se incrementó un 7,6 % en términos reales. O sea, los sueldos se reajustaron casi 4 veces menos que el PIB. Eso quiere decir que tan solo en las primeras 3 horas de labor, el empresariado ya ha financiado la planilla salarial de todos los trabajadores en Chile, y toda la riqueza que produce el trabajador el resto de su jornada corresponde a ganancia para el capitalista».
Asimismo, Durán planteó que «los trabajadores informales (cercano al 30 % del total de la fuerza de trabajo) tienen ingresos de alrededor de 300 mil pesos mensuales. Los sectores formales con menores salarios están en el comercio y servicios, en general. También en el estudio descubrimos un alto porcentaje de personas subempleadas, es decir, gente que les gustaría trabajar tiempo completo, pero la economía no se los permite. Ellos rentan 240 mil pesos mensuales. Mismo ocurre en el subcontrato y la externalización, que ganan casi un 30 % menos que los trabajadores formales contratados, haciendo la misma labor».
Consultado por las causas de los niveles de explotación laboral denunciados, Durán manifestó que, existiendo muchos factores que explican el fenómeno, en Fundación SOL consideran que el determinante «es la falta de poder de negociación salarial de los trabajadores debido a la fragmentación sindical chilena, totalmente distinta que en otros países en los cuales muy pocos sindicatos negocian por rama económica, demanda que en nuestro país se está peleando desde hace unos 40 años».