Fondos de inversiones internacionales, grandes conglomerados y hasta Estados extranjeros, como el chino y el italiano, se benefician de las enormes ganancias que deja el negocio de las concesiones eléctricas en Chile.
Enel es una empresa italiana. Durante los años noventa, en el proceso de neoliberalización de ese país, fue privatizada y el Estado italiano compró el mayor paquete accionario (23,6%), luego le siguen los grandes fondos de inversión, que en conjunto representan el 58.6 %, y tras estos los pequeños inversionistas con el 17,8%, de acuerdo a los datos del 2023 entregados por la propia compañía.
Entre los llamados grandes fondos de inversión que se benefician de los tarifazos en Chile, se encuentran mayoritariamente los estadounidenses que tienen el 42,7%, seguidos del empresariado del Reino Unido con un 12,7%, italianos con un 8,5%, países del resto de Europa que se reparten el 27,7%, y finalmente un 8,4% de empresarios del resto del mundo.
Como señala la Fundación Sol, las AFP chilenas invierten desde el fondo de pensiones de las y los trabajadores casi 2 mil millones de dólares, en 12 empresas del rubro eléctrico, donde Enel y CGE concentran el 78,4% del total de las inversiones.
También se encuentra la eléctrica china CGE, filial chilena de la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China (State Grid Corporation of China – SGCC), que en Chile atiende a más de 3,2 millones de clientes entre las regiones de Arica y Parinacota, y La Araucanía.
SGCC es la empresa de servicio público más grande del mundo y competidora directa de Enel. SGCC es la cuarta empresa a nivel mundial en el ranking de ganancias del rubro, mientras que Enel aparece en el lugar 59 del listado.
En Chile, el negocio ha resultado extraordinariamente lucrativo, toda vez que el Estado le asegura al mercado todas las facilidades para subir los precios de la luz a los usuarios. En abril de 2024, el gerente general de CGE, Iván Quezada, expresó respecto de sus ganancias en la su junta de accionistas que “Pese al complejo escenario económico, el año pasado, la Compañía logró mantener una posición financiera y un crecimiento sostenido en sus resultados operativos. El EBITDA consolidado durante 2023 alcanzó los $156.074 millones, un incremento del 4,63% respecto del 2022. En el ejercicio, la utilidad atribuible a los controladores alcanzó a $12.089 millones en comparación con los $38.433 millones del año 2022”.
Pero mientras estas grandes potencias disputan el mercado local, aseguradas además por el mismo Estado de Chile, la población recibe un pésimo servicio, con precios inflados, y cargando alzas totalmente ilegítimas, y deudas que la mayoría de la sociedad no contrajo.
Hasta el momento se ha planteado la nacionalización de la producción y distribución del servicio eléctrico, conforme a los recursos y a las necesidades de la población.