En el contexto de las negociaciones colectivas que están en pleno proceso entre los sindicatos de la CCU y la multinacional, durante la segunda semana de junio comenzaron las conversaciones del Sindicato Cervecero de la CCU de la planta situada en el parque industrial de Quilicura, en la Región Metropolitana, y que agrupa a las y los trabajadores ligados directamente a la producción de bebestibles.
Tras 9 mesas de negociación, los socios de la organización sindical votaron la huelga por un 90 por ciento, el pasado viernes 5 de junio. El presidente del Sindicato Cervecero de la CCU, quien es a la vez el presidente de la Federación de Trabajadores y Trabajadoras de la CCU, Rodrigo Oyarzún, explicó que «si bien existen algunos avances, no estamos llegando a lo que nosotros pretendemos y que, en los hechos, significa un desmedro comparado con lo que han negociado otras organizaciones sindicales. Faltan puntos emblemáticos para nosotros, demandas que hemos solicitado en las últimas 4 negociaciones colectivas: días de pago de vacaciones; días de vacaciones proporcionales; el bono de título».
– ¿Y qué argumento usa la empresa para negar esos beneficios?
«Ninguno. Simplemente nos responden con una negativa. Al respecto, consideramos que estamos frente a una discriminación injustificada para los trabajadores de nuestro sindicato. Yo creo que lo que se intenta hacer corresponde a una práctica antisindical a través de los contratos colectivos con el propósito de intentar debilitar a algunas agrupaciones sindicales, especialmente en el área industrial.»
– ¿Cuál es la contraparte?
«Por la empresa lidera la delegación el subgerente de Recursos Humanos, Héctor Vargas y Catalina Jullian. Con la votación mayoritaria de la huelga por los socios, lo que viene es la solicitud de un plazo adicional para la mediación de la Dirección del Trabajo, y de no llegar a acuerdo, se ejecuta la huelga. Vale recordar que la empresa no se va a huelga desde inicio de los 90.»
– ¿Y el reajuste salarial?
«Allí también opera la discriminación en nuestra contra. A otros sindicatos de la misma planta les dieron un 3 por ciento de reajuste, mientras con nosotros no salen del 2 por ciento.»
– ¿Cómo se explica la discriminación?
«Por nuestra posición político sindical que parece incomodar particularmente al subgerente. Los otros sindicatos tienen un funcionamiento estrictamente gremial. Estamos hablando de empleados que están en los mismos puestos de trabajo y haciendo la misma labor, pero tienen beneficios absolutamente distintos, dependiendo en qué sindicato están afiliados. A pesar de ello, la gente ha reconocido históricamente que nuestro sindicato es el que mejor los representa y por ello seguimos siendo el más grande de la planta.»