Una nota del comunicador social Joaquín Pérez publicada en Resumen.cl, da cuenta sobre el positivo impacto que tuvieron las medidas del gobierno del ex presidente Andrés López Obrador en materia salarial y pensional.
En 1997, Ernesto Zedillo, parte de los gobiernos neoliberales que por 35 años empobrecieron a México y los mexicanos, creó el sistema privado de pensiones conocido en México como Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), similares a las AFP de Chile. Cuando asumió la presidencia López Obredor, el 1 de diciembre del 2018, las pensiones reales de los mexicanos fluctuaban entre el 20% y 30% del último salario real.
Durante sus primeros años de gobierno, López Obrador se dedicó, vía subsidios estatales, a aumentar las pensiones hasta que alcanzaron un 50% del último salario (a esa diferencia se le llama técnicamente tasa de reemplazo). Al poco andar, el equipo gubernamental azteca se percató de que se requería un cambio completo del sistema, una contra reforma que retomara el control estatal de la seguridad social y se elaboró una propuesta de reforma constitucional para concretar esta medida, la que logró ser aprobada pese a toda la guerra sucia de la derecha política, empresarial y mediática.
Finalmente, este 1 de julio los mexicanos y mexicanas que jubilen comenzarán a recibir un monto igual a su último salario mensual, con un tope de 16.778 pesos mexicanos al mes, equivalente a casi 900 mil pesos chilenos. La cifra fue determinada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y es el sueldo promedio del país de 2023. Este nuevo «Fondo de Pensiones para el Bienestar» será un fideicomiso público administrado por el Banco de México, que complementará las pensiones para que estas sean iguales al último sueldo del trabajador o la trabajadora. Un fideicomiso público es un conjunto de instrumentos jurídicos creados por la administración pública para cumplir con una finalidad lícita y determinada, a efecto de fomentar el desarrollo económico y social a través del manejo de los recursos públicos administrados por una institución fiduciaria.
La reforma a las pensiones va atada al aumento permanente del salario durante el gobierno de López Obrador que, tras 6 años de mandato, lo aumentó junto a la lucha de la clase trabajadora un 110 %. Asimismo, el gobierno mexicano pretende aprobar una reforma constitucional para que quede establecido que el salario mínimo todos los años debe reajustarse por sobre la inflación, para que nunca más el sueldo real pierda valor en México, como sí ocurrió en los 35 años de neoliberalismo.