Por Recaredo Gálvez, investigador de Fundación SOL
El investigador de la Fundación SOL hace una reflexión en el marco de una nueva conmemoración del día de las y los trabajadores, en el cual muchos hogares están enfrentando altos niveles de endeudamiento y gastos que superan sus ingresos. Esta situación se agudiza aún más en los adultos mayores debido a las jubilaciones que reciben.
En el marco de una nueva conmemoración del día de las y los trabajadores, vale recordar que la gran mayoría de quienes viven de su trabajo lo hacen a duras penas, con altos niveles de endeudamiento y con serias restricciones para poder cambiar su realidad laboral. Al mismo tiempo, deben destinar una gran cantidad de horas para labores de cuidado y traslado del hogar al trabajo.
Según la última encuesta CASEN, en Chile prácticamente el 56% de las y los trabajadores recibe un ingreso líquido mensual menor a $500.000, si observamos el segmento de aquellas personas que trabajan como asalariados privados en empresas de 200 y más trabajadores identificamos que el 50% recibe ingresos líquidos por debajo de los $700.000 y apenas el 30% percibe ingresos por sobre el millón de pesos. Incluso al revisar los ingresos sólo de quienes trabajan en jornada completa, se aprecian montos bastante bajos: en el caso de los hombres la mitad se encuentra por debajo de los $600.000 líquidos y en el caso de las mujeres la mitad se encuentra debajo de los $500.000.
Para tener una referencia de lo insuficiente de estos montos podemos revisar los resultados de la IX Encuesta de Presupuestos Familiares, la cual reporta que el gasto mediano de los hogares alcanza $1.108.065 mientras que el gasto promedio llega a $1.451.782. Es decir, en la mayoría de los hogares del país no basta con que una persona integrante del hogar trabaje, pues los gastos necesarios superan con creces a sus ingresos promedio.
Posiblemente por lo antes descrito, no son sorprendentes las cifras de deuda morosa en Chile. Según el reporte conjunto de Equifax y la Universidad San Sebastián, al último trimestre de 2023, prácticamente 1 de cada 4 personas mayores de 18 años estaba en situación de retraso en el pago de sus deudas. El 45,9% de las personas morosas se encuentra en esta situación debido a retrasos de pago con el rubro del retail y un 23,7% con la Banca. Es posible pensar que gran cantidad de las y los trabajadores morosos, llegan a esta situación debido a la necesidad de bienes para el mes o insumos básicos que no pueden pagar directamente con el salario. A contracara de esto, la Banca alcanzó utilidades de $710 mil millones en febrero de 2024.
Según el mismo reporte antes citado, la mayor cantidad de personas morosas se concentra entre los 30 y 44 años de edad. Sin embargo, cuando se comparan los últimos trimestres de 2023, se aprecia que los tramos etarios entre 18 a 24 y el de 70 o más, son los únicos con variación positiva. Es decir, el incremento de las personas morosas en esos periodos se explica principalmente por quienes ya alcanzaron la mayoría de edad y quienes debieran estar recibiendo una pensión. Sobre este último caso nos detendremos.
La mora promedio de las personas de 70 años y más alcanza los $2.272.542 en el caso de los hombres y $1.300.114 en el caso de las mujeres. Estas cifras son alarmantes y tienen bastante sentido cuando se consideran las paupérrimas pensiones que paga el sistema de AFP en Chile. Para ilustrar esto podemos tener como referencia el dato de quienes recibieron su primera pensión de vejez en diciembre de 2023, es importante no confundir esto con el total de personas que recibieron una pensión ese mes, lo que incluye a quienes se jubilaron meses anteriores. Ni con el monto total de la pensión, que considera el gasto público mediante PGU. Ilustremos el resultado de las AFP considerando la pensión autofinanciada de las y los nuevos pensionados del mes antes indicado (diciembre 2023).
Además, observemos el tramo de años cotizados entre 35 y 40 años, es decir una exigencia alta, posiblemente con muy pocas lagunas y durante las décadas donde el sistema alcanzó altas rentabilidades. Considerando todo lo anterior, la mitad de las mujeres que se pensionaron en diciembre de 2023, en dicho tramo de años cotizados, alcanzó a autofinanciar una pensión de AFP menor a $272.610. En el caso de los hombres para el mismo mes y tramos de años cotizados, alcanzaron a autofinanciar una primera pensión menor a $280.336. En ambos casos no logran superar siquiera el 61% del salario mínimo vigente. Mientras tanto, las ganancias de las AFP en el año 2023 superaron los $1.486 millones diarios.
En una nueva conmemoración del día de las y los trabajadores sigue siendo urgente y necesaria la organización colectiva que impulse transformaciones radicales frente al escenario de desposesión y apropiación de la riqueza generada por el trabajo. La lucha presente por mejoras debe apuntar a cambios estructurales que permitan resolver la situación del mundo del trabajo mediante herramientas como la negociación colectiva ramal y la situación de las bajas pensiones con un sistema solidario de reparto con aporte tripartito y reservas técnicas. La evidencia mundial comprueba que estos caminos pueden cambiar en algo la situación arrastrada por décadas en Chile.
Recuperar el valor del trabajo y colocar el trabajo al centro, nos debería llevar por un camino donde necesariamente reconozcamos que el trabajo es una dimensión de la vida más amplia, que incorpora el espacio productivo, reproductivo y doméstico. Por ello, la lucha reivindicativa del mundo del trabajo es también una lucha por más espacios de libertad y autonomía para el control de la vida.