Los trabajadores de la Siderúrgica Huachipato se movilizaron frente a La Moneda exigiendo al Gobierno aranceles al acero chino en respuesta al anuncio de cierre de la planta ubicada en Talcahuano.
Este 9 de abril, medio millar de operarios de la Siderúrgica Huachipato, luego de viajar toda la noche desde la región del Biobío, se apostaron en el frontis de La Moneda a exigir al Gobierno una solución para las decenas de miles de trabajadoras, trabajadores que se quedarán en la calle, tras el cierre anunciado de la procesadora de acero de Huachipato, propiedad de la compañía privada CAP S.A.
De acuerdo al portal de noticias del Gran Concepción, Resumen.cl, la última semana se ha marcado por las protestas y manifestaciones llevadas a cabo por distintas organizaciones sindicales y sociales las cuales se han levantado contra el cierre indefinido de la histórica planta industrial de Talcahuano: Siderúrgica Huachipato.
Durante la jornada del 20 de marzo la empresa CAP anunció el cierre de la acerera, lo que llevó a diversas organizaciones de trabajadores, como los portuarios, a protestar, exigiendo la salvaguardia del Estado.
Según expertos, autoridades y las empresas CAP Acero y Molycop (principal comprador de Huachipato), para compensar los costos de fabricación -haciendo así rentable la faena- se debería aplicar una sobretasa impositiva al acero chino de un 25% y 33% como mínimo. Sin embargo, el ministro de Economía, Nicolás Grau, considera que es una situación «compleja» y que la decisión final «está en manos de una empresa privada».
La privatización de la CAP comenzó en la década de los 80, en medio de la dictadura civil y militar, y de la ejecución del brutal programa de neoliberalismo antisocial y antipopular, marcado, entre otros factores, por el llamado aperturismo económico, mismo que arrebató a sangre y fuego al Estado de Chile la propiedad de la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa), la Industria Azucarera Nacional (Iansa), la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), la Línea Aérea Nacional (Lan Chile), entre otras.
El jueves pasado los trabajadores portuarios de Chile iniciaron una huelga exigiendo el cumplimiento de diversas demandas que van desde materia de seguridad hasta protección social. En la ocasión el Sindicato de Trabajadores Portuarios Embaladores de Talcahuano emitió una declaración pública que señaló que «En nuestro puerto realizamos las faenas de embarque de los productos de Huachipato (barras de acero), con lo anunciado, cerca del 60% del trabajo que genera nuestro terminal será eliminado, afectando directamente a nuestro empleo y a todas nuestras familias, pero también, impactando a toda la actividad económica de nuestra comuna, incluyendo el comercio local y doméstico. Ante esta situación tan grave que nos afecta, hacemos un llamado a la unidad de todos los trabajadores portuarios de la región y también de los ciudadanos para movilizarse en apoyo al empleo y la industria regional».
El asesor de la Unión Portuaria, Gonzalo Díaz, manifestó que «más de la mitad de la carga del puerto de Talcahuano proviene de Huachipato, entonces significa una reducción de la mitad de los turnos o del número de trabajadores» y añadió que «Hay que entender una cosa, si Huachipato cierra afecta también al cordón industrial: A Inchalam, a Molycop, a otras empresas y significa menos trabajo para los portuarios».
Además, Díaz explicó que la CAP no es más relevante para sus dueños y «su principal rubro hoy es la minería, cuyo principal cliente es China, a la que se le vende el 70% del hierro que extrae. Por tanto, tampoco es del agrado de CAP S.A. que hayan salvaguardas contra China porque afecta a su principal cliente, entonces nos encontramos en una situación paradójica».
El asesor de los portuarios agregó que, en el caso de que se salvase la empresa hoy, «no hay ninguna seguridad de que pueda mantenerse en los próximos años. Es probable que dentro de uno o dos años nuevamente entre en crisis porque Huachipato no está dentro (de las prioridades) del holding«.