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Chile. Entre enero 2022 y 2023 la canasta básica de alimentos se disparó un 27,6%: Más golpes sobre la clase trabajadora

De acuerdo al informe emitido por el Ministerio de Desarrollo Social este miércoles 15 de febrero, entre enero de 2022 y enero de 2023 la Canasta Básica de Alimentos, CAB, se disparó un 27,6 por ciento, o sea, más del doble del IPC, el cual está cifrado en un 12,3 por ciento acumulado en los últimos 12 meses.

Asimismo, la población que está en la línea de la pobreza más la que se encuentra en la línea de la pobreza extrema llegó al 33,6%.

Los alimentos de la Canasta Básica que más han aumentado de precio entre enero de 2022 y enero 2023 son la leche en polvo (48,1 por ciento), plátano (50,1 por ciento), manzana (40,8 por ciento), cebolla (32,9 por ciento), zapallo (22,4 por ciento), lechuga (20,4 por ciento), limón (17,2 por ciento).

Según el Diario Financiero, el 2022 los hogares concentraron sus compras en los productos básicos más baratos, en los formatos más pequeños y usando los carros de supermercado más chicos.

Siempre en el ámbito económico, de acuerdo a la Comisión para el Mercado Financiero, la morosidad de la deuda plástica llegó a 17,4 por ciento a noviembre de 2022 respecto del 13,9 por ciento de 2021. En la actualidad las tarjetas de crédito se emplean para la adquisición de productos y servicios básicos.

Si bien las causas más estructurales del alza del costo de la vida, en particular para el pueblo trabajador, se encuentran en variables externas, como la ralentización de las cadenas de valorización productiva, la crisis en las economías centrales del planeta, el incremento de la deuda pública y privada mundial, los costos causados por los desastres ambientales (en Chile, los megaincendios), la guerra en Ucrania; también existen factores internos que explicarían parte de la crisis de las mayorías sociales.

Una de ellas tiene que ver con la Tasa de Política Monetaria que fijó el Banco Central y que alcanzó un récord histórico de 11,25 por ciento. Ello quiere decir que que los bancos de inversiones y comerciales privados deben comprar dinero al Banco Central a un interés muy elevado, el que impacta inmediatamente en la caída de solicitudes de préstamos de empresas, pymes y personas debido a su encarecimiento. Y sin inversión productiva, disminuye la compra de fuerza de trabajo por parte del empresariado que opta por refugiarse en instrumentos financieros o en colocar sus capitales en otros países e incluso en paraísos fiscales. Lo anterior redunda negativamente en las condiciones de empleo, salario y vida de las y los trabajadores.

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