Las y los trabajadores de las universidades públicas se han comenzado a movilizar contra las políticas anti laborales que los rectores de las casas de estudios superiores han decidido imponer, negándose a entregar el reajuste íntegro y el aumento de los sueldos de miles de funcionarios públicos de las universidades.
Y por si fuera poco, los rectores han comenzado a aumentar los aranceles de los estudiantes para el año 2023, como en el caso de la U de Chile, donde serán las familias trabajadoras quienes tengan que cargar estas alzas.
Las y los funcionarios de la Universidad de Chile han comenzado a desarrollar paros durante esta semana, exigiendo a la rectora Rosa Deves el pago íntegro del reajuste del 12,3 %, al mismo tiempo que los trabajadores y trabajadoras del Ex Pedagógico, vienen de manera activa desarrollando carnavales, asambleas permanentes, y acciones varias, visibilizando la intransigencia de las autoridades a la cabeza de la rectora Elisa Araya, quienes además no han contado con los dos reajustes anteriores, tras la decisión aplicada por las autoridades.
Sin el aumento de los sueldos, la carestía de la vida y el efecto de la inflación en los bolsillos de las familias trabajadoras es cada día mayor, mientras que los rectores de las universidades públicas pretenden sólo entregar el 6,3 % del reajuste, cuando ellos ganan como gerentes, con salarios que superan los 4 millones de pesos.
Sin embargo, las y los funcionarios públicos de universidades estatales comienzan a organizarse para impedir que la crisis la paguen ellos y sus familias.