Este viernes 2 de diciembre, más de 350 trabajadoras y trabajadores de la empresa-universidad Santo Tomás iniciaron la huelga a escala nacional, tras el rechazo de la compañía del rubro educacional del incremento del sueldo básico en 70 mil pesos para todos y un salario mínimo de 650 mil pesos.
La máxima dirigenta del sindicato, Francisca Zubicueta, informó que sus demandas son más que legítimas, considerando que el 70 por ciento de los empleados de la empresa promedian un salario de 425 mil pesos, y añadió que más de la mitad de los trabajadores permanecen a honorarios, en el trabajo precario, pese a contar con el tiempo de antigüedad suficiente para haber pasado a planta.
Los empleados se mantienen atentos a la eventual contratación de rompehuelgas por la firma educativa privada, tal como sucedió en la huelga de 2016. El sindicato indicó que están abiertos a continuar las conversaciones con la corporación, pero que hasta el momento sólo han recepcionado ofertas que no guardan relación con la dramática realidad de los trabajadores, castigados duramente en sus salarios mientras que la compañía sube todos los años sus ganancias en virtud de las miserables condiciones laborales de los empleados, y el pobre financiamiento para optimizar la enseñanza, cuestión que también demandan las y los trabajadores.