En la Roma de la posguerra, Antonio, un obrero desempleado, consigue un sencillo trabajo pegando carteles a condición de que posea una bicicleta. De ese modo, a duras penas consigue comprarse una, pero en su primer día de trabajo se la roban. Es así como comienza toda la aventura de Antonio junto con su hijo Bruno por recuperar su bicicleta mientras su esposa María espera en casa junto con su otro hijo.
La obra es un clásico realizado en 1948, dirigido por el genio de Vittorio De Sica, uno de los mejores directores fímicos de todos los tiempos, y abre el ciclo del neorrealismo italiano, una producción que muestra la vida de la clase trabajadora de Italia y el sur de Europa durante las primeras décadas tras la Segunda Guerra Mundial.