Mientras las empresas AFP hacen perder millones de pesos a los y las trabajadoras cotizantes en los fondos D y E, sus ganancias en lo que va de 2021 son de $283.412 millones, o sea, representan un aumento de un 16%, información que se dio a conocer en medio del debate por el cuarto retiro y las presiones de las aseguradoras de pensión para impedirlo.
Las cifras fueron exhibidas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) este lunes 1 de noviembre, y representan un jugoso aumento de sus utilidades respecto del mismo periodo del año anterior.
En el caso de Habitat las ganancias aumentaron casi 13% ($92 mil millones), en Provida 33,7% ($65.153 millones). Capital 9,4% ($47.593 millones), Cuprum 26,4% ($33.976 millones) y Planvital marcó un incremento de 33,7% ($65.183 millones).
La única AFP que presentó una disminución en sus utilidades fue Modelo, que tuvo un decrecimiento del 6,8% ($26.225 millones).
Estos números se dan a conocer la misma semana en que las empresas AFP informaron que los fondos más conservadores y que limitan su especulación, los D y E, mostraron pérdidas de un 20,3% en lo que va del año.
Asimismo, estos números ratifican una vez más el daño que hacen estas empresas a la clase trabajadora en medio del debate por el cuarto retiro.
Pese al actual contexto, el sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones busca ser reforzado por el régimen Piñera y parte de la clase política. De hecho, el proyecto de Ley Corta de Pensiones pretende aumentar la Pensión Básica Solidaria en miserables $12.000 a quienes tengan entre 65 y 74 años, mientras que para quienes tengan más de 75 aumentaría sólo $904.
Hace una semana el prestigioso Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, CENDA, exponiendo ante el Senado, en el contexto del debate por el cuarto retiro, qué son y cómo funcionan en la realidad las AFP, señalaron que, «La medida de este abuso es precisamente el fondo de inversiones empresariales mal llamado de pensiones, y las denominadas reservas técnicas de las compañías de seguros que conforman el corazón del sistema. Los retiros han sido la única ocasión en que el pueblo trabajador y el Parlamento han impuesto tomar en serio la promesa de que dichos fondos eran suyos.
A excepción de los retiros, dichos fondos no han financiado nunca pensión ni beneficio alguno a sus afiliados. Ni lo harán jamás puesto que, como se comprueba en los antecedentes que siguen, en todos y cada uno de los 484 meses, en cada uno de los 40 años, transcurridos desde la creación del sistema AFP en 1981, las cotizaciones aportadas por afiliados y los subsidios con que el fisco complementa las pensiones AFP, han excedido con creces el costo de estas últimas.
Así está diseñado este sistema, que no es de pensiones sino de desvío al ahorro forzoso para beneficio de unos pocos empresarios que lo controlan, de las cotizaciones obligatorias que pueden y deben pagar buenas pensiones. Así lo demuestra la resistencia feroz de estos empresarios a restituir parte de los fondos acumulados y su insistencia majadera en subir aún más las cotizaciones y subsidios que siempre han más que duplicado lo que el sistema ha pagado en pensiones, mes tras mes, año tras cada año, desde 1981.»