El nuevo descubrimiento de fortunas escondidas en paraísos fiscales emergió este fin de semana mediante los llamados Pandora Papers, los cuales evidenciaron la implicación de más de 330 políticos, empresarios y funcionarios públicos de más de 90 países y territorios.
La investigación fue realizada por el Consorcio Internacional de Periodista de Investigación (ICIJ), el que estudió los expedientes secretos de 14 grupos de abogados.
Los bufetes de los juristas son el centro de la investigación porque sintetizan la unidad fundamental de la estafa que moviliza capitales lejos del sistema financiero tradicional para resituarlos en paraísos fiscales como Belice, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas y Bermudas.
Aparecen involucrados en el crimen financiero unos 35 jefes y exjefes de Estado, 14 de ellos de América Latina y el Caribe, y más de 330 altos cargos y políticos en 91 países. Entre algunos mencionados se encuentra el exprimer ministro británico Tony Blair; el antiguo director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn y el rey Abdalá II de Jordania.
De América Latina, aparecen los presidentes en curso de Chile, Sebastián Piñera y familia; de República Dominicana, Luis Abinader; y del Ecuador, Guillermo Lasso; y otros exmandatarios-. De Colombia, César Gaviria y Andrés Pastrana; de Honduras, Porfirio Lobo; de El Salvador, Alfredo Cristiani y Francisco Flores; de Paraguay, Horacio Cartes; de Perú, Pedro Pablo Kuczynski; de Panamá, Juan Carlos Varela, Ricardo Martinelli y Ernesto Pérez Balladares, y de Haití, Laurent Lamothe.
Entre otros fraves problemas, y en una época de crisis de la democracia liberal y desigualdad multidimensional, los Pandora Papers exhiben cómo operan el dinero y el poder en el siglo XXI, y cómo se ha destruido el Estado de derecho en todo el planeta a causa una estructura de secreto financiero propulsado por las clases dominantes de Estados Unidos y otros capitalismos centrales.
Como era de esperar, los presidentes y exmandatarios de países latinoamericanos involucrados en el escándalo de los Papeles de Pandora rechazaron cualquier relación con empresas y capitales fuera de sus países extraterritoriales, o sea con activos que se administran secretamente en los paraísos fiscales.
En Chile, Piñera negó haber «participado ni haber tenido información alguna respecto del proceso de venta» del megaproyecto minero Dominga.
La familia Piñera Morel fue la mayor accionista del proyecto minero Dominga, atentatorio contra la naturaleza y las comunidades de la zona, que vendió a su amigo y empresario capitalista Carlos Alberto Délano en una operación que ocurrió parcialmente en las Islas Vírgenes Británicas.