A diciembre de 2020 se registraban 641.288 personas pagando el CAE, ya sean egresados o desertores. En el caso de aquellos estudiantes que desertaron de sus carreras, el 79,2% se encuentra en calidad de morosos. Mientras que los estudiantes que egresaron registran un 38,8% de morosidad.
Los mayores niveles de morosidad se registran en los Centros de Formación Técnica (55,7%) y en los Institutos Profesionales (50,9%) y en el mundo de las Universidades son las privadas que no pertenecen al CRUCH, las que presentan datos más alarmantes con un 41,7%, esto es más de 86 mil personas.
“Es importante destacar que el 63% de los morosos por CAE estudió en CFT o IP. Si analizamos los datos de morosidad según holding o grupos educacionales, se puede constatar que el Grupo Santo Tomás, es quien presenta los niveles más altos con un 51,6 % de morosidad, seguido por el Grupo Laureate con un 49,3 %” señaló el investigador de la Fundación SOL y uno de los autores del estudio, Marco Kremerman.
Endeudar para mercantilizar
El informe establece que el total de los recursos entregados por los bancos entre 2006 y 2020, a través del CAE, a las instituciones de educación superior acreditadas donde se matriculan los alumnos beneficiados, es de $6,62 billones, es decir 6,62 millones de millones de pesos. Un dato no menor es que sólo tres bancos se han adjudicado casi el 90% de los créditos: Scotiabank, Estado, e Itaú-Corpbanca.
“Para hacer este negocio aún más atractivo para la Banca, el Estado se comprometió originalmente a subsidiar a los bancos participantes, comprando cada año el 25% de los créditos entregados, con un sobreprecio del 6%. Sin embargo, entre 2006 y 2020, el Fisco ha recomprado un 56,4% de los créditos con un sobreprecio de 24,7% (4,1 veces más que lo que se requería originalmente), lo que equivale a $4,66 billones, de los cuales $924.136 millones corresponde a sobreprecio” asegura Benjamín Sáez, investigador de la Fundación SOL y también autor del estudio.
Mientras en 2006 el CAE representaba el 2,4% de los fondos destinados a Educación Superior, hoy a pensar de coexistir con la política de gratuidad de mercado, representa el 23,7% del fondo del presupuesto de la partida y el Fisco ha comprometido recursos por $547.236 millones para el 2021. Esto deja en evidencia que el argumento de la escasez de recursos para acudir a la Banca, claramente dejó de ser válido.
“Si consideramos los distintos tipos de créditos otorgados por la Banca para financiar la educación superior, se puede observar que mientras en marzo de 2010 se registraban en torno a 270 mil jóvenes deudores, en marzo de 2021 se registran 614 mil jóvenes en esa condición. El monto de la deuda total se ha triplicado, superando los 2,98 billones en junio de 2020. El CAE explica más del 90% de la deuda total. En pocas palabras, en Chile educarse y endeudarse son parte de la misma ecuación” aseguró Benjamín Sáez.