Ha fallecido, sin conseguir justicia, una de las madres de las y los detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet. Se trate de la luchadora incansable por la verdad y la justicia Olivia Monsalvez Matamala, madre del Eulogio Fritz Monsalvez, dirigente del MIR, originario de Coronel, asesinado por agentes de la policía política de la tiranía, la DINA, el 21 de febrero de 1975 en Santiago y cuyos restos aún permanecen desaparecidos.
Olivia nació en la zona minera de Curanilahue, y arribó junto a su marido a la comuna de Coronel para trabajar en los yacimientos carboníferos de Schwager.
En Coronel, la familia Fritz-Monslavez se instaló en la emblemática Población Pedro Aguirre Cerda, conocida como «La Central», en el sector Villa Mora, donde vivieron y se criaron los también militantes del MIR y actualmente detenidos desaparecidos, María Galindo Ramírez y Heriberto Leal Sanhueza. Es la misma población donde además vivió Sebastián Acevedo, obrero de Coronel que se inmoló exigiendo que los organismos de seguridad de la dictadura liberaran a sus hijos.
Eulogio era el hijo mayor de Olivia. Al momento de su muerte tenía 30 años de edad y era parte de la dirección política del MIR. Desde muy temprana edad había ingresado a esa organización, siendo de los primeros militantes en la ex zona del carbón. Ocupó cargos de dirección en Coronel y Lota, hasta que el golpe cívico-militar del 11 de septiembre de 1973, lo llevó a salir de la región para asumir nuevas tareas en la Resistencia contra la dictadura.
Olivia siempre tuvo una relación muy especial con su hijo y, a través de él, con todos los jóvenes luchadores de distintas generaciones que a lo largo de los años encontraron en su casa de «La Central» refugio, abrigo, comida y ternura, hasta en los momentos más duros. Siempre estuvo presente en las luchas de su pueblo minero. Hasta muy mayor asistió a los actos y manifestaciones en recuerdo de los compañeros asesinados y desparecidos por la dictadura en Coronel. Su casa fue un paso obligado para aquellos que mantuvieron viva la memoria de los compañeros y compañeras. Olivia siempre tenía algo preparado para aquellos que como su hijo luchaban por su pueblo.
Las madres fueron y son parte vital de la historia reciente de nuestro país y de Latinoamérica. Olivia, en ese sentido, fue una de las más activas y tenaces, jamás olvidó a su hijo ni a sus compañeras y compañeros.
En abril había fallecido su hijo Arnobio, quien también militó en el MIR junto a Eulogio. Sin dudas, el ejemplo de vida de esta valiosa mujer influyó en el compromiso social de sus hijos.
Arnobio Fritz Monsalvez en los Funerales de Luciano Cruz, Santiago agosto de 1971
Una noticia, un relato que llega al corazón. Las madres tan conscientes y tan compañeras. 👏👏👏