El 2020 fue un año de desgarradores contrastes. Fue un periodo que evidenció las terribles injusticias de la sociedad en que vivimos.
Que logremos convertir el 2021 en un año de esperanza. En un tiempo nuevo donde el mundo pueda ser un lugar hermoso y justo para todas y todos, y no solo para los que más tienen.
Con convicción, con compromiso, con unidad y solidaridad, la clase trabajadora contribuirá a cambiar las cosas. Ese es nuestro papel.
¡Felicidad y prosperidad para todas y todos!
Rodrigo Oyarzún
Presidente de la Federación de Trabajadores de la CCU