Frente a los anuncios de Piñera en materia económica
El Presidente de la República anunció este jueves 19 de marzo, el primer paquete de medidas económicas para enfrentar la crisis sanitaria producto del avance de la propagación del Coronavirus en el país. Frente a ello, los dirigentes de las principales empresas públicas del país y la Central Unitaria de Trabajadores señalamos:
1.- Ante una crisis sanitaria mundial como la que enfrentamos, es clave y fundamental que las medidas asumidas por los gobiernos no sean solo en materia de salud, sino que contemplen también el resguardo del empleo y los salarios de los trabajadores y trabajadoras junto a disposiciones económicas que apoyen la supervivencia de las empresas, asegurando con ello la capacidad de cuidar los empleos. Deben ser, por tanto, medidas integrales que nos permitan garantizar que al dolor de una crisis sanitaria no se sume la angustia de una crisis económica.
2.- En este sentido, el paquete de medidas económicas anunciadas por el Gobierno avanza en el camino correcto y recoge algunas de las medidas propuestas en el Plan Nacional de Emergencia presentado por la CUT. No obstante, creemos que no basta con acoger propuestas. Es fundamental conocer las medidas concretas que acompañarán estos anuncios para poder comprobar si, efectivamente, irán o no en beneficio de todos y todas o si, por el contrario, buscan proteger las ganancias de las empresas sin obligar a resguardar los empleos y salarios.
3.- Los dictámenes y circulares de los últimos días, tanto de la Superintendencia de Seguridad Social como de la Dirección del Trabajo, refuerzan nuestra inquietud. Documentos confusos, sujetos a interpretación por parte de los empleadores y que no aseguran la protección de los derechos, nos obligan a recurrir a tribunales para garantizarlos.
4.- Insistimos que en materia de resguardo de la vida y la seguridad de los trabajadores y trabajadoras el mejor mecanismo es decretar la Cuarentena Nacional y contar, de manera excepcional, con servicios esenciales y sus respectivos turnos de emergencia para asegurar el suministro de insumos básicos. Con ello, no solo protegemos de manera efectiva la vida de la población, sino también cerramos la puerta a la discrecionalidad y abuso de los empleadores.
5.- Ante los abusos que ya hemos conocido sobre el uso indiscriminado del despido por fuerza mayor, que permite al empleador despedir trabajadores sin pago de indemnización o el forzar a los trabajadores a optar por mantener su trabajo u obligarlos a rebajar sus salarios, como ha ocurrido en LATAM, el único camino que nos queda para impedir estas malas prácticas, es que se prohíba toda forma de despido por ausencia, necesidades de la empresa, o casos fortuitos hasta que el país salga de esta crisis sanitaria.
6.- De estos casos no están exentas las empresas del Estado. Es por ello que la primera señal de protección de la vida y las condiciones laborales, deben darlas las empresas y servicios públicos. Sabemos del rol estratégico de empresas y servicios públicos como CODELCO, ENAP, METRO, DGAC, ASMAR, puertos, aduanas, SAG., y correos de Chile, entre otros. Por lo mismo, las señales del Estado en sus empresas es el primer y mejor ejemplo para impedir el abuso de empresas privadas. Es importante tener presente que las acciones y medidas que están adoptando la gran mayoría de los países, dan cuenta de un cambio de dirección en el papel que le corresponde al Estado como promotor, prestador y garante de las condiciones de vida para las personas y no de la mera estabilidad de los mercados.
7.-Para enfrentar la crisis en toda su magnitud, debemos comprometer los esfuerzos de todos los actores, pero ello exige diálogo social y medidas que no solo sean sustantivas por el volumen de recursos que se inyecten, sino por cómo se gasten asegurando con ello cerrar la puerta a que una vez más sean los trabajadores y trabajadoras los que paguen la crisis.
8.- Las empresas del Estado -ante un escenario económico que se pronostica complejo- pueden ser las pioneras en medidas que impidan que, tras el cuadro sanitario más crítico que ha vivido el país, se imponga la automatización forzosa o el trabajo a distancia como el nuevo orden en el mundo del trabajo. Sabemos del anhelo permanente de algunos sectores por avanzar en la flexibilización de las condiciones laborales y jornadas con el solo objeto de asegurar sus ganancias. Nuestro país no es ajeno a este debate y esperamos que, en el marco de esta crisis sanitaria, no se busquen imponer justificándose en ella. Se debe detener todo proceso de automatización y todas las formas de reemplazo de la fuerza laboral pues la mayor demanda que tendremos, tras la crisis sanitaria, será por empleo.
9.- Tal como hemos sido críticos de la tardanza del Gobierno en decretar Cuarentena Nacional y de la falta de medidas integrales, reafirmamos nuestra crítica a la insistencia de seguir discutiendo y aprobando en el Congreso proyectos de ley que avanzan sin discusión y que pretenden imponer más flexibilidad laboral, como el Proyecto de Teletrabajo aprobado estos días. Lo que corresponde frente a esta anunciada crisis de empleabilidad a nivel mundial, es que se abra un diálogo real con las contrapartes para discutir entre todos cómo enfrentar los desafíos que tendrá el mundo del trabajo.
Central Unitaria de Trabajadores, CUT Chile
Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF
Federación de Trabajadores del Cobre, FTC
Federación de Trabajadores de ENAP
Sindicato Nacional de Trabajadores de Correos de Chile
Federación de Sindicatos del Metro
Sindicato Nacional de Trabajadores Banco Estado
Santiago, 20 de marzo de 2020.-